Gestionar la respuesta de la demanda es un proceso económico lógico

La justicia de los precios dinámicos ha estado siempre a debate. Sin embargo, se han aplicado toda la vida, sólo la tecnología les ha abierto una nueva dimensión. Nadie puede olvidar los comportamientos habituales e históricos de algunos restaurantes en los momentos de fiestas locales o cuando -después de un inicio a precios bajos- el éxito les hace subir el precio a su nivel lógico. A pesar de los sesgos cognitivos que nos hacen pensar en rechazar una situación que no vemos justa, a nadie le molesta cuando se rebajan los precios con la intención de incrementar la demanda. 

Los básicos de los mercados están construidos sobre la oferta y la demanda, esta ley económica no es una decisión política sino una ley natural del comportamiento humano que equilibra su valoración de un bien con su disponibilidad de renta.

Si una fábrica tiene que cubrir con horas extra de mayor coste para poder acometer la demanda de sus productos, subiendo el precio venderá menos, pero ganará más con los ingresos superiores y la reducción del coste laboral, ¿hay alguien que pueda argumentar en contra de este hecho económico fruto de la buena gestión? Seguro que nadie con criterio económico puede estar en contra, a no ser que se trate de esas personas que opinan lo que les conviene en cada momento, ¡qué paradoja!

En la época de los mercados municipales y antes de la proliferación de los supermercados, se podía comprobar a lo largo de la mañana que los precios variaban en función de los puestos competidores, la disponibilidad general de los productos y de las inclemencias del tiempo incluso (algunos mercados estaban cubiertos y otros lo estaban parcialmente). La Teoría Económica cuenta cómo se ajustan los precios en la agricultura. Un productor inicia un cultivo y si se vende a buen precio el resto de productores comienza a copiarle hasta que no es negocio para nadie y la mayoría lo abandona, lo que vuelve a subir el precio de ese producto agrícola y, el ciclo vuelve a comenzar.

Hay compañías aéreas que emplean diferentes métodos para maximizar sus ingresos. Unos venden baratos sus primeras plazas y bastante más caras las últimas y, otros, que venden caras sus primeras plazas y muy baratas las últimas. Todo es operativo y justo, sólo tenemos que adaptarnos a un nuevo formato que nos permite intuir su comportamiento, facilitando el ajuste a nuestras circunstancias económicas y de valoración de la oferta. 

En las economías planificadas siempre emerge el mercado negro, ¿por qué? Porque el mercado siempre se abre camino al ser natural. Los mercados deben ajustar oferta y demanda y es el precio el factor principal para conseguirlo, es una forma de alisar la demanda y que todos podamos conseguir ser atendidos correctamente. Hay que verlo con la perspectiva adecuada. Es como un baile, en el que el ajuste permite disfrutar a ambas partes.